Invitamos a Andrea Martínez, editora en jefe de Viste la Calle a experimentar y salir de su zona de confort y dejar los vestidos, su prenda favorita, para jugar con nuestros jeans y darles su sello único y personal.

“Fue muy entretenido, me sentí muy cómoda porque por una parte, todo es fiel reflejo de mi estilo (desde la ropa, pasando por el pelo y maquillaje), y además estar con un amigo tan talentoso en la fotografía como Carlos también ayudó a que fuese todo súper relajado”.


Lo genial es que Andrea vive con Carlos Saavedra, fotógrafo nacional de gran talento y con quien hemos tenido la suerte de trabajar en nuestras producciones. La dupla era perfecta.


“Las prendas fueron una mezcla ideal de mis colores y estilos favoritos: blusas antiguas que he comprado en ferias -entre ellas una Carven de los ‘70-, pasando por la parte más relajada pero formal, algo que puede ser bien ecléctico, tal como mi propio estilo (chaquetas formales vintage y Air Max). Me gustan los lazos, los vuelos, los botones antiguos que parecen joyas y todo eso está plasmado en la ropa que usé”, describe Andrea.



¿Habías hecho fotos para otra marca antes?
 
- Había posado para otras sesiones como parte de mi profesión, pero siempre es entretenido volver a eso. Me encanta poder redescubrir maneras de resaltar tu estilo en fotos, siento que es muy bonito tener esta oportunidad y guardar las imágenes; todo es reflejo de un contexto que sin duda nos ha llevado a ser íntimos, vivir todo en nuestras casas y rincones más que solo habitarlas.

Hablando de este periodo tan único, incluyendo estallido social y pandemia, ¿cómo ves el panorama para la industria de la moda local?

-El panorama post crisis viene fuerte, porque de alguna manera, todos estamos pensando en cuidarnos y al mismo tiempo, quizás no contar con el mismo tipo de plataformas comunicacionales. Difícilmente habrán propuestas de eventos o desfiles, entonces todo se traslada a un lenguaje digital, campañas que dependen también de las redes sociales y ahí es cuando será primordial lo que tengas que decir como marca, así como diferenciarse de otras.

¿El retail cómo queda en este panorama según tu visión?
 
-Últimamente he sentido un poco de confusión con tantos cambios en la moda y la manera en que se han graficado en los medios; porque a pesar de la pandemia, el consumo y la necesidad de ir a un mall son cada vez mayores. Históricamente, los periodos de crisis traen consigo creatividad y también un estilo que refleja un lujo falso, una necesidad de mostrarse más “glamorosos”; podemos ver ambos lados en este tiempo pero sin lugar a dudas, ojalá muchos se den cuenta que la ropa usada y las marcas nacionales de verdad pueden ser una excelente inversión, hasta transformarse en una forma de vida.


De hecho en los últimos años han aparecido varias marcas nacionales con el sello “hecho en Chile” con diversas propuestas. Unas más de autor, otras más masivas. ¿Ves más solidez en la industria local? ¿Qué falta para que Chile sea un polo de desarrollo de moda?
 
-Las marcas locales no han parado de surgir a pesar del contexto y lo mejor es que en su mayoría apuestan por moda consciente. Sus estilos son sumamente variados -upcycling, reutilización, moda circular, disidencia-, lo que idealmente nos lleva a tener un panorama entretenido en cuanto a lo made in Chile. Sin embargo, la mayoría aún prefiere ir a H & M antes que revisar Instagram y darse cuenta que la ropa local no es tan cara y que muchas veces, puedes encargar tus propios diseños. Junto a eso, no existe un apoyo mayor a nivel gubernamental - la cultura en sí no lo tiene tampoco-, algo que se ha dejado ver especialmente durante la pandemia. Pero si me alegra ver como decía, tantas marcas y proyectos comprometidos con sus ideales.

¿Cuánto crees que influyen los valores de las marcas en las decisiones de consumo hoy?
 
-Creo que las personas ya se están fijando mucho más en los valores de las marcas a la hora de consumir, pero especialmente personas de las nuevas generaciones. Conozco a muches que son conscientes a la hora de comer y también adquirir distintos tipos de productos, más allá del valor adquisitivo que tengan. Y también se dan cuenta mucho más del valor identitario que tiene la ropa, extendiendo esas exigencias en el vestir.



Sobre los influencers ¿cuál es tu opinión de estas figuras, los pro y contras?

-Siento que el mercado de influencers es cada vez más variado y la gente se da cuenta de cuando solo están perfilados a vender productos y sacarse miles de selfies con ellos, sin ningún tipo de contenido. Ahora puedes encontrar un estilo más amplio y por lo tanto, influencers que si bien quizás no se identifican con el concepto, tienen un alcance mayor y se relacionan con temas determinados o específicos. Ahora que vivimos todos encerrados, siento que revisamos más las redes sociales y hemos dado con el tipo de contenido que queremos ver; ya sean memes para alegrar la vida, videos de maquillaje, etc. En particular, me gusta seguir cuentas que por ejemplo, puedan recopilar una visión más crítica de la moda y de manera chistosa como @fatannawintour o que hablen del amorss como @lafashionistapobre. Todos podemos identificarnos con algún contenido online y tener esa cuenta como tu propio influencer.

¿
Cómo describirías el rol de Viste la Calle durante la pandemia?
 
-Desde que emergió esta problemática mundial, decidimos seguir apoyando los emprendimientos/marcas locales pero a través de la publicación de testimonios de quienes lideran distintos tipos de proyectos (ropa, accesorios, zapatos, etc.). Con esto podemos visibilizar la problemática y permitir que muchos se identifiquen con ella, ver cómo enfrentaron los obstáculos y cómo han logrado reajustarse a esta nueva realidad. Así, se ha desplegado una especie de comunidad virtual desde marzo, cuando empezamos a publicar estos testimonios.

Y se lanzaron con su primera edición digital y gratuita de su revista.

Sí, decidimos lanzar la primera revista virtual gratuita en nuestro circuito RevisteLaCalle, con la primera modelo digital latinoamericana en portada, llena de contenidos que todes podemos disfrutar mientras nos mantenemos encerrados. Y por si fuera poco, nos lanzamos a ofrecer cursos virtuales a precios populares para aprovechar estos meses, con temáticas que van desde la Historia de la Moda hasta el cine, música, fotografía y más. Ahora estoy preparando uno nuevo y amo ver que cada vez tienen más aceptación.

Y ahora pasando a tu propio consumo ¿ha cambiado en este período?

-Debo confesar que soy lo menos consumidora de ropa que existe, excepto si estoy en una feria; allí me puedo comprar mil cosas. Pero ahora con el encierro no he gastado en nada, excepto en alguna tienda de ropa usada en Instagram. Lo que ha cambiado sí son mis hábitos alimenticios; soy vegetariana y mi roomie Carlos es vegano, lo que me llevó a que estableciéramos un régimen vegano en la mayoría de las comidas. Esto al final ha sido muy beneficioso, entretenido, creativo también y mucho más sano.



¿
Cómo es tu relación con la moda y la ropa que usas?
 
-La moda siempre va a ser importante para mí porque refleja una herramienta que permite mostrar tus gustos, personalidad y tu identidad en general. Tener un estilo propio es mucho más importante que seguir tendencias y al lograr eso puedes erradicar ese consumismo vacío que se despliega muchas veces. Desde que era chica sentía que no quería vestirme igual que todes y eso me llevó a experimentar con todo tipo de estilos, desde ponerme la ropa de mi papá hasta “embargar” las prendas del clóset de mi abuela. Me encantan los vestidos, los colecciono -especialmente de los años ‘60, ‘70 y ‘80-, y es lo único que junto a los discos de vinilo compro adonde sea que vaya. Pero los jeans también me permiten incluir esa mezcla de blusas antiguas y zapatillas, una que uso desde siempre.
 
¿Y hablando de los jeans, qué te pareció nuestro modelo Kir?

-Si bien prefiero los vestidos antes que los jeans, amo la manera en que puedes combinarlos con algo más elegante o simplemente una polera vieja. Los de Ovando me parecieron increíblemente cómodos -y ojo que les habla una fan de los vestidos, jaja-, así que llevarlos y además hacer una sesión de fotos lo hizo todo súper fácil. El calce es suave, puedes combinarlos con lo que sea, así que me gustaron harto, fíjate.

Si les interesa la historia de la moda, no pueden dejar de seguir a Andrea en su Instagram: moda, cultura pop, música e historia a la vena. 

Fotos: Carlos Saavedra

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